brar la idea en los educandos.
Esta tarea, como ya lo dijo María Novo, no es
una meta a la que hay que llegar sino una forma
de viajar (Novo, 2006).
En este trayecto académico, se observa que uno
más de los retos que tiene frente a si la educa-
ción, en el marco del siglo XXI, es el desafío
ecológico y el social. Ya que la educación se
ha concebido como una práctica transformadora
en donde el aprendizaje cooperativo y creativo
puede ser el motor que impulse al ser humano
desde una perspectiva amplia (Díaz, 2011).
Esta inquietud no es nueva pero se puso de ma-
General de las Naciones Unidas (ONU, 2014)
en donde se declaró “el decenio de la educa-
ción para el desarrollo sostenible, 2005 – 2014”
como un periodo de tiempo dedicado a la educa-
ción ambiental enfocado hacia el desarrollo sos-
tenible, a esta resolución se sumó la Organiza-
ción de las Naciones Unidad para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2014) y el
Programa de las Naciones Unidad para Medio
Ambiente (PNUMA, 2014).
En México, el gobierno federal formalizó el
“compromiso nacional por la década de la edu-
cación para el desarrollo sustentable” (Semar-
nat, 2005). Con lo cual se acepta la relevancia
del tema en el mundo contemporáneo.
Las IES comprometidas con los retos y proble-
mas del planeta han abordado el asunto con te-
mas tales como: los relacionados con la mejora
del medio ambiente, la solidaridad social y la
construcción de un futuro sostenible. La forma-
ción de emprendedores universitarios también
es un espacio para implicar al alumnado y tratar
de hacer coexistir la perspectiva de la sustenta-
bilidad y el crecimiento económico, que parecen
ser dos ideas antagónicas.
A continuación se presenta cómo se ha plantea-
do la formación de emprendedores en las uni-
versidades, cómo se ha abordado la educación
estudio y los resultados conseguidos.
Formación de Emprendedores en
las IES
La formación de emprendedores, desde las uni-
versidades, es una función académica cada día
más valorada. Desde la década de los años 90 se
ha convertido en uno de los objetivos de la edu-
cación a nivel superior en Europa, Japón, Cana-
dá, Estados Unidos y México (Angelelli, 2005).
El marcado interés radica en que las IES además
de formar profesionistas pueden desempeñar
un papel destacado en la formación de empren-
dedores y con ello contribuir al desarrollo eco-
nómico y social, a nivel territorial, municipal,
estatal y nacional. Estos emprendedores pueden
robustecer el tejido económico y social de su lo-
calidad.
Se acepta que las principales actividades de las
IES son la docencia, la investigación y la exten-
sión, la cuales se realizan de manera, general-
mente, separada y especializada. Sin embargo
para la formación de emprendedores se requiere
de una mayor integración entre ellas para apoyar
las actividades de emprendimiento de la IES.
Organismos como el Global Entrepreneurship
Monitor (GEM, 2014) mencionan que el espíri-
tu emprendedor es fundamental para el desarro-
llo económico y el bienestar de la sociedad, al
crear puestos de trabajo, impulsar la innovación,
la competencia y aumentar la productividad.
En este escenario, la promoción del espíritu
emprendedor, en México, es parte de los planes
de estudio de las IES públicas y privadas desde
hace más de dos décadas, quienes en diferente
medida, se han encaminado a motivar un cam-
bio cultural y a formar alumnos para emprender.
Un ejemplo destacable es el Instituto de Estu-
dios Superiores de Monterrey que desde sus orí-
genes se planteó ese desafío (ITESM, 2014).
Para lograr la formación de emprendedores, las
77 Management Review Vol. 1 No. 1 No. de Reserva: 04-2014-08110025600-203 ISSB: 2007-977X 2016
DOI: https://doi.org/10.18583/umr.v1i1.12