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No. de Reserva 04-2014-08111025600-203
1. Los mensajes generales que se envían para
informar a toda la plantilla de la marcha de la
empresa (se emiten de forma indiscriminada
por los diferentes canales descendentes y se
transmiten para integrar al individuo en la
organización, favoreciendo su identicación
con el colectivo).
2. Los mensajes segmentados que van dirigidos
a un subgrupo determinado de la plantilla.
Frecuentemente la comunicación interna es
aplazada y se recurre a ella, solo, cuando algún
acontecimiento grave o conicto perjudican a la
organización, como si se tratara de un ungüento
mágico, (Berceruelo, 2014).
Según Capriotti (1998), deben existir condiciones
mínimas para fomentar la reciprocidad de los
miembros de la organización:
1. Existencia de conanza de los trabajadores
para con los directivos.
2. Que los empleados tengan capacidad
para tomar decisiones en su nivel de
responsabilidad.
3.- Que los empleados tengan la creencia
de que sus opiniones serán escuchadas (se
podrá generar una corriente de comunicación
“hacia arriba” y una mayor participación).
Según Mayor y Pinillos, (1991), existen
ruidos naturales (barreras) en el proceso
comunicacional: semánticas, sicológicas,
siológicas y físicas.
Además de las barreras García (1998), sostiene
la existencia de ltros que impiden la adecuada
comunicación y según Ongallo, (2007), al no
contar con buenos repetidores, entonces surge
un bloqueo de la información.
Una estrategia para disminuir los ltros
es la política “a puerta abierta” misma que
“maniesta una voluntad del responsable por
estar disponible, escuchar a sus subordinados,
interesarse por lo que les preocupa (…) de esa
manera se consigue que el conocimiento de
los problemas pueda llegar con mayor rapidez
y espontáneamente a las esferas superiores
antes de que alcancen una segunda fase aguda
(…)” (García 1998, p.25).
Manejar la política de puerta abierta no basta
por otros factores propios del trabajador, tales
como no hablar con el patrón por: timidez, falta
de costumbre, temor reverencial, desconanza
de clase, etc. Para disminuir esas problemáticas
existen estrategias como las entrevistas,
buzones de ideas o planes de sugerencias.
Estado del Arte
Con base en la revisión bibliográca, se
destaca el trabajo de Guerrero (2016), en el
cual se diagnosticó la comunicación interna
en una empresa partiendo de un enfoque
organizacional y utilizando un instrumento que
incluía 22 preguntas: 9 abiertas y 13 cerradas,
considerando las dimensiones de: identidad
corporativa; satisfacción de la comunicación;
herramientas de comunicación; importancia y
valores corporativos; canales de comunicación;
participación de los empleados; motivación y
clima laboral.
En lo referente a la cuanticación del impacto que
tiene la comunicación interna sobre la empresa
es decir, como una adecuada conguración
en términos de comunicación impacta en el
rendimiento de los trabajadores y en el valor de
la organización, Moreno, Arbeláez y Calderón
(2014), concluyen que es indispensable una
adecuada comunicación en la organización
y para ello sugieren un plan de intervención
en dos vías: La reconstrucción de la identidad
corporativa y la denición y creación de medios
que pulieran el proceso comunicativo.
Por su parte Rodríguez y Enidia (2017) coinciden
con Moreno, Arbeláez y Calderón (2014), en
que sin una sana comunicación la empresa
difícilmente logrará sus objetivos, y con base en
Soler y Tripiana (2014), “la mala comunicación
puede ser una pesadilla para cualquier empresa
u organización, pequeña o grande “y concluyen
que una adecuada comunicación interna genera
productividad, por lo tanto, mejores resultados
para la empresa en términos económicos.
Con base en Álvarez (2007), la CI es un medio para
obtener un n, es decir que el estudio y análisis
de CI es una herramienta para cumplir con los
UMR: Management Review